En el blog de Ciudad Fantasía se ha organizado el concurso donde se premia con el libro El verano de los juguetes muertos.
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Hay varios temas tratados aquí: la diferencia de clases es muy clara, ya que los artistas no se juntaban con los empleados, o peones como se les llama aquí; también vemos el hambre que había en los años 30, que era también la época de la ley seca, cuando no se podía beber alcohol; también hay el tema del maltrato a los animales, hacinados injustamente en vagones de tren con la comida y los excrementos mezclados, con una peste insoportable y en condiciones degradantes, sin agua ni comida durante horas y a veces días: los trataban mal y además les pegaban, la poca comida que tenían estaba en mal estado; otro tema es el enorme engaño del circo para con el público, donde se les prometía tal y tal espectáculo que luego no se hacía o era totalmente cutre.
La primera parte del libro es la historia de cómo Jacob se sube al tren del circo sin saberlo, cómo encuentra trabajo allí y las tareas que va haciendo. Luego llega al circo la elefanta Rosie, que lo cambia todo y es incomprendida, ya que sólo entiende el polaco y ellos no lo saben, por lo que August la castiga injustamente sin parar. Los padres de Jacob han muerto y a él no le queda nada en posesión, ni siquiera su propia casa, así que está en la ruina y hambriento, por lo que aguantará cualquier cosa que le manden que haga.
Con la llegada de Rosie, la chica que se ocupa de domar a los caballos, se dedica a la elefanta, y Jacob tendrá que curarla en algunas ocasiones, ya que es el veterinario, por lo que estará más tiempo junto a Marlena, de la que empieza a enamorarse. Pero ella está casada, y August, su marido, tiene un carácter muy cambiante y ella quiere abandonarle. No obstante, los acontecimientos ayudarán a que ella y Jacob puedan estar juntos. Intentarán escaparse del circo también.